¿Qué creen mis chavos?
Que en lugar de llegar a pasar unos días en Puerto Vallarta, nos vamos a quedar aquí en el Bosque de la Primavera.
Es que no me salieron los cálculos y ya tengo las tarjetas de crédito hasta el tope.
¿Te imaginas que te rompieran el corazón así? Cuando ya todos estaban instalados en el carro, con el bronceador, las toallas, la pelotota y la hielera.
Quién sabe si algo parecido tendrá que hacer el gobierno de México en los próximos días. Cuando nos diga que no vamos a alcanzar un montón de cosas que nos propusimos.
Que va a haber menos dinero para comprar medicinas o para arreglar los salones de las escuelas.
Tal vez tendría que hacerlo, pero lo más probable es que no nos avise.
Resulta que el gobierno hizo un presupuesto a finales del año pasado. A todos nos prometió que va a hacer un montón de cosas, porque va a poder recaudar más impuestos que en 2024.
¿Por qué supone que va a recaudar más impuestos? Pues porque, según los cálculos del gobierno, en específico la Secretaría de Hacienda, la economía va a crecer y crecer. Pero parece que sus cálculos fueron demasiado optimistas.
El gobierno dijo en octubre que esperaba que la economía creciera entre 2 y 3 por ciento en 2025. Ya con eso calculó que iba a recaudar más impuestos. Pero el Banco de México calcula que vamos a crecer 0.6%. Y 0.6% y nada es casi lo mismo. Y con eso no se pueden recaudar más impuestos y por tanto no se puede gastar más que el año pasado.
A todo esto, ¿qué significa que crezca la economía?
Que se produzcan más cosas que un año antes, que haya más servicios, más funciones de cine y más ventas de teléfonos.
La mayor parte de la historia, no hubo crecimiento económico. Según varios historiadores, la mayoría de la gente no progresaba, ni se cambiaba a una casa más grande, ya no digamos le ponía más focos a la terraza nueva.
Va un ejemplo. El nivel de vida de un inglés promedio a principios del siglo XIX era igual al nivel de vida a principios del siglo XIII. ¿Puedes creerlo? (Esto es un ejemplo que usa Daniel Susskind en su libro).
Pero en el siglo XIX empezaron a tener efecto un montón de inventos y novedades que se desataron desde el siglo XVIII: que la máquina de vapor, que los telares automáticos, que la Revolución Francesa y la democracia moderna. Y entonces se desató el crecimiento económico.
Con el crecimiento económico aumentó el nivel de vida de la mayoría de la población. Desde el siglo XIX la economía empezó a crecer.
Para crecer se necesita que haya:
Nuevas inversiones.
Una mano de obra que cada vez hace mejor la chamba.
Nuevas tecnologías.
Pero lo más lo más importante para que se dé el crecimiento económico es que haya nuevas ideas, según Daniel Susskind en su libro Growth (Crecimiento).
Las nuevas ideas, como la máquina de vapor, que dan lugar a una serie de cambios en la forma en que se producen los bienes y servicios en una sociedad, o las maneras de producir más trigo usando menos agua o el uso de energías alternativas, esas nuevas ideas son las que impulsan el crecimiento económico.
¿Hay suficientes nuevas ideas para impulsar más crecimiento económico? Para eso se necesita un gobierno y empresarios con acceso a capital que se animen a arriesgarse. Volvamos a lo que estábamos platicando al principio.
¿Tenemos nuevas ideas en México para esperar crecimiento económico?
Y justo ahora en que más lo necesitábamos porque teníamos muchos planes.
Ay economía, me dejaste de querer cuando más lo necesitaba.
Parece que sí, que nos vamos a quedar en el Bosque de la Primavera, en lugar de llegar a Puerto Vallarta.
(Esta es una adaptación de mi colaboración con Sonia Serrano en NTR Radio Guadalajara. Cambié Chapala por el bosque, porque tengo fotos del bosque).
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