¿Qué tan razonable eres?
Y eso ¿qué tiene que ver con la economía?
Todo.
La ciencia económica, como toda buena ciencia, hace modelos para explicar la realidad.
Y en sus modelos se presenta a los agentes de la economía que toman decisiones para alcanzar el máximo beneficio posible con los recursos que tienen.
La suma de todas las decisiones tiende al equilibrio en toda la economía.
Se supone que los agentes son racionales, que estudian perfectamente los recursos que tienen y deciden el mejor curso para alcanzar los resultados esperados.
Hay una corriente dentro de la ciencia económica, la economía del comportamiento, que empezó a notar muchas fallas en la manera en la que los verdaderos seres humanos tomamos las decisiones.
El economista Richard Thaler se burla y dice que en la ciencia eocnómica no hay seres humanos sino otros seres llamados “Econes”, unos agentes fríos que toman decisiones racionales, sin dejarse influir por las emociones.
La economía del comportamiento ya tiene una gran influencia en la ciencia económica y muchos de sus impulsores han ganado premios Nobel: Robert Shiller en 2013, Richard Thaler en 2017. Antes que ellos lo ganó un psicólogo, Daniel Kahneman, en 2002, por haber demostrado en sus estudios junto con Amos Tversky que no tomamos decisiones racionales.
En especial encontraron que los agentes económicos le tenemos más miedo a las pérdidas que amor a las ganancias. Y eso cambió gran parte de los modelos económicos.
Solo dos no economistas han ganado el Nobel de Economía: el psicólogo Daniel Kahneman en 2002 y el matemático John Nash, por la teoría de juegos, en 1994. La historia de Nash la cuenta una película que ganó un montón de Óscares, Una mente brillante, con Jennifer Connely y Russel Crowe.
Vas a ver por qué es importante para tu vida diaria lo que dicen economistas como Kahneman y Richard Thaler.
Pero antes te tengo un examen sorpresa.
Examen sorpresa.
Saquen lápiz y papel y guarden todo lo demás.
Una pelota y un bat de beisbol cuestan un dólar con diez centavos en total.
El bat cuesta un dólar más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?
Bueno, apunta la respuesta y sigamos platicando de Kahneman.
En su conferencia cuando recibió el Nobel de Economía, Kahneman explicó que los seres humanos tenemos dos sistemas de pensamiento.
Por un lado, tenemos un sistema que actúa súper rápido. Ahí tienes a tu cerebro decidiendo en forma rápida, automática, utilizando las asociaciones que tiene a la mano y de una manera difícil de controlar o modificar.
Y luego está el sistema 2, que es es más lento, para el que se necesita esfuerzo y que se controla de forma deliberada.
El sistema 1 genera impresiones, el sistema 2 genera juicios.
Está padre el sistema 1 porque hace que brinques a la banqueta cuando viene directo a ti una moto, pero también provoca que tomes decisiones atrabancadas que no siempre son las correctas.
Como la respuesta que diste al examen sorpresa. Si dijiste que la pelota cuesta 10 centavos, contestaste mal, pero fue porque actuó tu sistema 1.
El sistema 2 te permite reflexionar y, por ejemplo, hacer operaciones matemáticas complejas.
¿Por qué importa lo que dicen estos economistas?
Porque nos ayudan a entender cómo tomamos decisiones que tienen que ver con nuestro dinero y la búsqueda de nuestro bienestar.
Richard Thaler hizo una compilación de extrañas decisiones que tomamos. Van dos muestras:
Juanito corta el pasto de su jardín cada fin de semana, aunque eso le provoca una horrible alergia. Podría contratar a alguien que lo cortara por 200 pesos, pero él dice que jamás gastaría ese dinero. Cuando le preguntan si cortaría el pasto del vecino por 400 pesos dice que jamás lo haría.
Juanita está comprando una bocina en Andares, por 700 pesos. Le dicen que en la sucursal de Tlaquepaque, la misma bocina está en 600. Hace el viaje hasta allá para ahorrarse los 100 pesos. Pero otro día encuentra una pantalla de tele en 5,000 pesos. El mismo empleado le dice que en Tlaquepaque está en 4,900. Juanita decide no hacer el viaje hasta allá, aunque el ahorro sería de los mismos 100 pesos.
Así hay varios ejemplos.
Lo que hizo Kahneman fue demostrar que el cerebro toma atajos para razonar, que contradicen a la lógica y eso nos hace no pensar bien las cosas al buscar la máxima satisfacción con los recursos que tenemos a la mano.
¿Por qué te cuento todo esto?
Porque en marzo de 2025 un buen escritor de finanzas, Jason Zweig, reveló en el Wall Street Journal que Daniel Kahneman tomó la decisión de quitarse la vida en marzo de 2024.
Poco antes de ir a un sitio de suicidio asistido en Suiza, Kahneman mandó correos electrónicos a algunos amigos, en los que explicaba su decisión. En uno de los párrafos dice:
“Sigo activo, disfrutando de muchas cosas de la vida (excepto las noticias diarias) y moriré feliz. Pero mis riñones están en las últimas, la frecuencia de mis lapsus mentales va en aumento y ya tengo noventa años. Es hora de irme.”
¿Habrá tomado la mejor decisión el que nos enseñó a pensar sobre nuestras decisiones?
Share this post