Con tal de sacar un poco más de dinero, nos estamos acabando lo bonito de Guadalajara. Por ejemplo, la avenida Chapultepec, que podría ser una de las más elegantes de la república, se llenó de bares y taquerías que con unos toldos y bardas espantosas se comen lo que antes fueron burguesísimos chalets con aspiraciones suizas.
Rebecca López Vera, estudiosa del patrimonio arquitectónico de la ciudad, nos habla de lo bueno que sería rescatar las construcciones de Guadalajara. No se trata de convertirla en un museo, sino de que tengamos una ciudad en la que se pueda convivir. Salir a la tiendita, ir a un bar, visitar a los abuelos, sin tener que subirse a un coche o sin tener que escondernos tras enormes rejas o encerrarnos en los famosos “cotos”.
Mira lo que Rebecca comparte en su cuenta de Instagram.
Escúchala para que descubras algunas de las joyas de la arquitectura moderna en Guadalajara y para que te inspires y pienses cómo sería una ciudad más democrática ¡y bonita!
Ojo arquitectos: Rebecca tiene algunos mensajes para que reflexionen sobre lo importante de su trabajo.
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