El mundo se acabó ¿y ahora dónde invierto?
Dónde están las oportunidades ahora que ganó Trump en Estados Unidos.
Donald Trump es todo lo que no nos gusta a mí y a la mayoría de mis amigos. Inventa cosas feas contra los inmigrantes, que son tan necesarios para la economía de Estados Unidos, le vale que el planeta se esté calentando, presume que agarra a las mujeres de donde le da la gana, dice que el mundo se aprovecha de su país, cuando todos sabenos que es precisamente ese país el que se gasta el mayor porcentaje de los recursos.
Pero ganó. Ganó porque tuvo un discurso mucho más claro que los candidatos demócratas. Le dijo a los trabajadores que iba a recuperar la grandeza estadounidense para que ellos recuperen sus empleos de antes.
Bueno, como dijo la paisana de Trump, ya mañana lloraremos. El caso es que ganó las elecciones y todo cambió. ¿Qué tanto habrá que cambiar en las inversiones en la bolsa de valores?
Muchos, incluido yo, estábamos seguros de que iba a ganar (aunque yo cruzaba los dedos para que no se cumpliera esa predicción). Cuando la gente espera algo, actúa desde antes de que ocurra el hecho. En finanzas a eso le llaman “descontar el hecho”. Es decir, los que invierten ya habían “descontado” el triunfo de Trump y habían actuado en consecuencia desde antes.
A juzgar por lo que pasó un día después de las elecciones gringas, todavía había mucha gente que necesitaba estar segura segura de que ganaría Trump.
En cuanto ganó se dieron un montón de movimientos en los precios de las acciones de las empresas, según se espera que sean afortunadas o castigadas por las políticas de Trump.
Esto pasó el día después del triunfo de Trump.
Como Trump es muy amigo de Elon Musk, el actual hombre con mayor fortuna del mundo, las acciones de las empresas de Musk se fueron para arriba. Musk tiene acceso a claves de seguridad nacional porque colabora con la NASA en proyectos especiales. Haz de cuenta que tiene la única concesión de Uber para llevar y traer astronautas a la estación espacial internacional o para otras misiones.
Al mismo tiempo de que es muy amigo de Musk, a Trump le gustan más los coches que van a gasolina. Parece que los únicos eléctricos que le gustan son los de sus campos de golf. Pero también subieron las acciones de Tesla, la fabricante de autos eléctricos de Elon Musk.
Otras compañías de la época de los Picapiedra vieron subir sus acciones. Todo lo anticuado y gringo tipo Hulk Hogan se fue para arriba. Y eso también hizo que subieran, por lo general, los índices de las bolsas estadounidenses de valores.
Si todo subió el 7 de noviembre de 2024, para el 8 de noviembre ya sería demasiado tarde para empezar a comprar acciones, porque ya estarían demasiado caras. A menos que pienses que las cosas seguirán subiendo.
¿Y si nos fijamos en el otro lado? ¿Qué bajó de precio por el triunfo de Trump?
Ya quedamos que Trump es todo lo que nos cae gordo a mi círculo de amigos (la mayoría, porque por ahí conozco a alguien que sí votó por él y que no espero retirarle el habla). Bueno, decía que Trump es lo que nos cae gordo porque está en contra de lo que nos cae bien.
¿Y qué nos cae bien?
La energía solar.
El avance de la medicina.
Esos son dos enemigos de Trump. El día después de las elecciones, las acciones de las empresas relacionadas con las energías renovables se fueron para abajo, pero muy abajo.
Fíjate, las de First Solar Energy, que hace módulos fotovoltaicos, cayeron 14%, las de su competidor Enphase Energy bajaron 12.5 y las de SunRun, 18%.
Trump dijo que va a poner al sector salud en manos de Robert Kennedy Jr., un señor al que le da por acusar a las vacunas de causar autismo y que parece más hippie que una prima mía que quiere curar casi todo con té de toronjil. Cuando anunció su nombramiento, las acciones de Moderna y Pfizer se fueron para abajo. Las de Moderna bajaron 5.6% y las de Pfizer, cerca de 7%, el 15 de noviembre.
¿Tú qué crees? Que porque unos señores prefieren la energía generada con gas y petróleo y no aman las vacunas, la gente va a dejar de comprar paneles solares y de protegerse contra la influenza. Claro que no.
Entonces, si hay rebajas en las acciones de First Solar, de Moderna y de Pfizer. Pues ¡a comprar!
Tú verás. Las acciones de First Solar Energy estaban muy contentas en 212 dólares antes de las elecciones. Llegaron a caer a 182 dólares en una semana. Suponte que compraste ahí. Ya tendrías una ganancia de 5% para el 25 de noviembre.
A las de Moderna les ha ido todavía mejor. Un día antes de que anunciaron que pondrían a mi prima la del té de toronjil a dirigir la Secretaría de Salud, ah no, a Robert Kennedy Jr., las acciones estaban en 39.7 dólares. Al día siguiente bajaron a 36. Y el 25 de noviembre llegaron a 43.73. Un avance de 10%. ¿Ves lo que pasa cuando nadas contra corriente?
Ya entendiste el punto así que ahora tú síguele con el análisis de la evolución de Pfizer y de otras compañías.
Tampoco es que te dé por comprar acciones de una empresa que ya no va a crecer o que tiene sus días contados. Son empresas que no le caen súper bien a Trump, pero que no se van a acabar solo porque empezó la segunda temporada (del señor) naranja.
Lo bueno es que todavía puedes ganar si inviertes en empresas que te caen bien a ti y que no son las favoritas de Trump. El mundo no está tan acabado.