¿Amor no correspondido? Todo se puede curar con un poco de lectura (aunque sea de Octavio Paz)
Hay cosas peores que vivir en la friendzone.
Salgo a barrer las hojas del otoño y me topo con un hombre sentado en la banqueta. Está quemando un popote, no recuerdo bien si olía a algo, y de inmediato, como disculpándose, me explica que va a pegar las suelas de sus tenis.
— Es que anoche me robaron los zapatos y tengo que arreglar estos. Dormí en la plaza del Expiatorio, también se llevaron mi cubeta y mis cosas para lavar carros.
— ¿Duermes en la calle?
— A veces.
— ¿Y qué haces cuando llueve?
— A veces corro, para ponerme abajo de un techo y a veces ya ni corro, porque luego, luego estoy empapado.
Resulta que el señor viene de Culiacán, donde era muy feliz, con su esposa y dos hijos y con un puesto de sushi. Hasta que una mañana, despierta y la señora lo dejó. Se enteró más tarde que se había ido a Guadalajara, con todo y niños, para seguir a un hombre.
— En todo el tiempo que estuvimos juntos yo no puse los ojos en ninguna otra mujer.
Vendió el puesto y se lanzó a Guadalajara y ahora no tiene ni INE para comprar un boleto de camión para regresar. No vayan a pensar que no es hombre, porque sintió que lo dejaran y porque se puso triste. Bueno, dicen que por la noche nomás se le va en puro llorar…
Lo más importante es que la mujer tendría que volver con él. Es que él sí la quiso y ella a él no.
Momento. ¿Hay otro amor aparte del no correspondido?
¿O sea que no podemos esperar un amor como el que se tienen los chavos que salen retratados en los anuncios de departamentos en la Condesa y la Colonia Americana? ¿Ni siquiera en los anuncios de seguros para auto, que incluyen niños y perros contentos?
Hay una experta en el amor no correspondido: Carson McCullers, autora de la novela El corazón es un cazador solitario.
Dice McCullers en La balada del café triste:
“Primero que nada, el amor es una experiencia conjunta entre dos personas —pero el hecho de que sea una experiencia conjunta no quiere decir que las dos personas involucradas tengan una experiencia similar—. Están el amante y el amado, y los dos vienen de diferentes países. Muchas veces, el amado es solo un estímulo para todo el amor almacenado que el amante tenía quieto hasta el momento”.
En La balada del café triste se cuentan los tres actos en la vida de Miss Amelia. Cuando te conviertas en fan de McCullers, y debes convertirte, verás que sus personajes son tan raros como los que están asomándose por las persianas de tus vecinos. Miss Amelia es una mujer más alta que muchos hombres, la persona más inteligente del pueblo, curandera que puede tratarlo todo excepto las enfermedades femeninas, que le causan rubor, y que produce un licor mágico. Las buenas personas hablan bien de ella, pero vamos, en el pueblo solo hay tres buenas personas.
Hay que hacer un apartado para describir el licor de Miss Amelia. ¿Has visto cuando escribes con limón en una hoja? No se ve nada, pero cuando le pasas un cerillo se revela lo que está escrito. Ese licor es el fuego que revela lo que está escrito realmente en las almas de los hombres que lo toman.
Empezamos el cuento en el segundo acto de Miss Amelia, cuando llega un supuesto primo, un jorobado del que se enamora sin remedio. El jorobado alegra al pueblo, con sus preguntas indiscretas y sus aires de mandón. Domina a Miss Amelia como no lo logró el esposo que ella tuvo durante 10 días.
Entonces nos damos cuenta del primer acto de la vida de Miss Amelia.
El hombre más guapo y más patán del pueblo se enamoró de ella de tal manera que se transformó. De pasear con los huesos de una persona a la que decía haber matado, se convirtió en alguien religioso, trabajador y ordenado. Se casaron y algo habrá pasado en el cuarto que Miss Amelia nunca dejó que la tocara y menos cuando estaba borracho.
Y en el tercer acto, todo se convierte en una guerra, que involucra a la fantástica Miss Amelia, al jorobado y al exmarido, que regresa al pueblo, después de purgar algunos años de prisión por varios delitos. Es como las comedias de amor del cine de Hollywood, pero con un desenlace mucho más real y más triste y que involucra varios rounds de box, algunas traiciones y golpes bajos.
Dice Octavio Paz en La llama doble:
“No en balde se ha comparado al amor con la guerra, entre los amores famosos de la mitología griega, rica en escándalos eróticos están los amores de Venus y Marte”.
“El diálogo entre el obstáculo y el deseo se presenta en todos los amores y asume siempre la forma de un combate”.
El amante sabe que su experiencia del amor es algo solitario, según Carson McCullers. El amado puede ser todo lo horrible que se quiera, y el amante lo ve tal vez más claro que nadie más, y aun así sigue amándolo.
El amado puede ser todo lo horrible que se quiera, y el amante lo ve tal vez más claro que nadie más, y aun así sigue amándolo.
¿Cómo curarse entonces del amor no correspondido? Está claro, nadie vive igual el amor que tú. Cómprate tu seguro, o si quieres tu departamento, pero no esperes que vas a vivir ese romance que sale en la fotografía —y por favor, no uses esos suetercitos amarrados en el cuello—
Nuestro amigo se quedó muy concentrado pegando sus tenis. Por mi edad y mi formación —me imagino—, no puedo dejar de pensar en Jacinto Cenobio, esa canción que le pregunta a un campesino que por qué dejó su idílico pueblo para venirse al infierno de la capital. No creo que nuestro amigo sea tan bucólico y tal vez acepte que su hermano le pague el viaje de regreso a Culiacán. Como en la Constitución de Estados Unidos, que dice que todos tienen derecho a la búsqueda de la felicidad, él tiene derecho a buscar el amor correspondido, y a encontrar otro puesto de sushi.
Los libros son:
Carson McCullers. La balada del café triste. Editorial Seix Barral.
Ocatvio Paz. La llama doble. Amor y erotismo. Galaxia Gutenberg.